RECETA CIENTÍFICA
Reflexionando un poco sobre el tema que nos ocupa esta semana (la pasada realmente), creo que yo tampoco sería capaz de definirme a mí misma como científica, sin embargo, al leer los textos sí que me he sentido identificada en varios aspectos, por lo que, con la boca pequeña todavía, podría decir que ésta comienza a ser mi profesión.
Ojeando los textos me he dado
cuenta de lo difícil que resulta definir qué es la ciencia, en qué consiste ser
una científica o cómo se hace la investigación científica, así que se me ha
ocurrido escribir una pequeña receta para cocinar un poco de ciencia.
Empecemos…
Trocear 400g de BASE TEÓRICA: A
la hora de abordar una investigación creo que es importante conocer bien los
fundamentos del tema que se va a estudiar, lo más profundamente posible, ya que
esto facilita mucho el trabajo posterior. Además es interesante revisar los
trabajos más importantes que se hayan realizado previamente para familiarizarse
con la forma de trabajar en la disciplina en cuestión. Por lo tanto, aunque
también es cierto que hay una adquisición de conocimientos que se da de forma paralela
al avance de la investigación, una base sólida sobre el tema objeto de estudio
es fundamental para esta receta.
Freír con una cucharada de MÉTODO
CIENTÍFICO: Entendiéndolo como la manera de adquirir nuevos conocimientos y
poder interpretarlos. Bien es cierto que no siempre es posible, ni quizá
deseable, ajustarse estrictamente al método, pero yo lo entiendo como una
herramienta que nos permite organizar nuestras ideas, simplificarlas y
plasmarlas en hipótesis y experimentos cuyos resultados contrastados nos permitan
avanzar en el conocimiento de la realidad. ¿Sin él estaríamos perdidos? No lo sé,
pero sin duda es útil.
Añadir unas gotas de IMAGINACION:
En mi opinión es un ingrediente esencial, ya que si la ciencia consiste en
descubrir cosas nuevas es necesario tener cierta visión creativa. Tener la
capacidad de conectar ideas, hacer deducciones o simplemente idear nuevos
modelos de la realidad requiere, entre otras cosas, un poco de imaginación.
Rebozar todo con una capa de TRABAJO
Y PERSEVERANCIA: Creo que para una científica, investigadora o como cada una
quiera llamarse es muy importante la capacidad de trabajo, el esfuerzo, la constancia…
La dedicación a las investigaciones en la mayoría de los casos va más allá de
la “jornada laboral”, se consumen horas y horas porque el tema realmente llega
a absorber e incluso hay quien sueña con sus teorías. Sin embargo, hay que
saber poner un límite, no sólo al tiempo que se le dedica sino también a la
insistencia en demostrar lo que una cree. Es decir, si los resultados nos
confirman algo por activa y por pasiva tendremos que aceptarlo aunque vaya en
contra de nuestra hipótesis inicial.
Especiar con una pizca de
VERACIDAD: Este ingrediente lo podremos encontrar por varios nombres, ya sea reproducibilidad,
repetitividad, cualquier cosa contrastable nos puede servir. Así creo que deben
ser siempre nuestros resultados.
Finalmente, emplatar al gusto con
diferentes COLABORACIONES: Este ingrediente es el que enriquece el plato. Con
aportaciones de otras “colegas”, ya sean de nuestro campo o de otros
relacionados, se nos abre un abanico de posibilidades para mejorar nuestro
estudio o analizarlo desde otras perspectivas. Creo que a veces se puede
aprender mucho más de otras personas que leyendo artículos.
¡Qué aproveche!
Me parece muy buena la metáfora de la receta, en teoría está todo escrito, pero intenta hacer un plato mínimamente sofisticado si no tienes muchñisima experiencia en la cocina. Lo mismo pasa con la ciencia... más o menos.
ResponderEliminarEntrando en la receta, no se yo si de "veracidad" una pizca o si es una parte fundamental del plato ;-)