domingo, 11 de enero de 2015

Introducción a la documentación científica


Por fin he encontrado un poco de tiempo para reflexionar sobre un tema que creo que es un aspecto fundamental para un investigador, la documentación científica.
Reflexionando y leyendo sobre este tema me he dado cuenta de la importancia que tiene realmente, y que sin embargo es un aspecto que en muchos casos se descuida. Por ejemplo, en mi caso la forma de aprender a escribir un artículo es básicamente (porque todavía estoy en ello) leer muchos artículos de mi campo e imitar su estilo además de recibir consejos y correcciones de las compañeras. Creo que algún tipo de formación en este sentido nos vendría muy bien a las personas que estamos iniciando nuestra carrera científica.
En general creo que el tema de la documentación científica es amplio y complejo ya que se podría hablar sobre ella desde diferentes puntos de vista y además el tipo de documentos que engloba es bastante grande. Una forma de aclararse un poco ha sido ver el video “Posibles destinos de una comunicación en ciencia” que clasifica los documentos según el público al que van dirigidos o leer el capítulo 3 del libro de Ruy Pérez Montfort, que lo hace en base al tipo de fuente de documentación que suponen para los lectores.
 Dejando esta complejidad aparte, desde mi punto de vista, como alguien que se está iniciando en el mundo de la investigación, esta cuestión es tan importante por dos motivos:
1.- La calidad de tus publicaciones será sinónimo de tu calidad como investigadora.
2.- Si el conocimiento no se hace público no existe.
Estos dos motivos son lo suficientemente importantes para creer que es crucial aprender a escribir artículos, escribir de una forma clara y correcta y dedicarle a ello el tiempo necesario.  Por lo tanto, si queremos empezar a encontrar un hueco en la ciencia creo que una buena forma es producir artículos de calidad.
Ahora, ¿qué significa escribir de forma correcta o escribir artículos de calidad? Para analizar esta cuestión ha sido interesante revisar el libro de Robert Day sobre "Cómo escribir y publicar un artículo científico". En mi opinión la estructura IMRYD es adecuada para el propósito de un artículo científico porque permite organizar de forma sencilla la información que el autor quiere transmitir. Así como esta estructura fue progresando desde principios del siglo XIX, seguramente dentro de unos cuantos años seguirá cambiando y adaptándose a la propia evolución de la investigación científica. Actualmente ya se pueden ver pequeñas variaciones de esta estructura en algunas revistas, como el cambio de orden de los apartados. En cuanto a este aspecto quiero comentar mi desacuerdo sobre el comentario de Ruy Pérez Montfort: “una sección de materiales y métodos mal escrita generalmente es la clave para que dichos árbitros recomienden el rechazo del artículo y no se publique”. Creo que justamente esta sección está tendiendo a reducirse en las publicaciones y me cuesta creer que los resultados y conclusiones que aporta un artículo no tengan más peso que los “materiales y métodos” para decidir si el artículo es publicable o no.
Sobre el segundo aspecto el libro de Robert Day coincide conmigo (mejor dicho yo con él) en que el objetivo último es publicar. Pero no publicar en el sentido estricto de la palabra sino en que nuestro conocimiento se comparta, que sea entendido por otras personas. Para lograr esto hay que darse cuenta de que aunque lo que queremos transmitir no sea “el descubrimiento del siglo”, la forma en que contamos nuestros resultados y los discutimos pueden hacer que el artículo llegue o convenza a más gente de que lo que contamos es realmente importante.
En cuanto a la visibilidad de las publicaciones está claro que un buen título o un abstract bien escrito pueden hacer el artículo más atractivo. Sobre esta última parte del artículo concretamente creo que el libro de Ruy Pérez Montfort comenta una serie de aspectos que encuentro muy interesantes, ya que el abstract me resulta una parte difícil de escribir bien. Sin embargo, en mi opinión el aspecto que mayor influencia tiene en la visibilidad de un artículo es la revista en la que se publica.
En definitiva, ¿de qué serviría nuestro trabajo si este luego no llegara a la sociedad? En otras palabras, si los resultados de la actividad investigadora no se hacen públicos y no son entendidos por el resto de la comunidad (científica primero y a la sociedad en general después), ¿sirven de algo? Para mí la respuesta es no.
 

1 comentario:

  1. La célebre pregunta: un árbol que car en el bosque sin que haya nadie allí, ¿hace ruido?
    Y la respuesta es que no. Generará vibraciones en el aire, pero "ruido" es la interpretación de un cerebro humano de esas vibraciones. Así que hay que hacer ruido con los descubrimientos científicos ;-)

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